18 de Agosto del 2013POR CARLOS ALFREDO MONJARAZ / FOTOS: ALEJANDRO ISUNZA
Reveló que en 1995 le escribió el tema 'Nada personal', aunque aún no era su novia.
El compositor Armando Manzanero, de 78 años, siempre se ha caracterizado por ser una persona bastante accesible y simpática, aunque respecto a su vida personal es muy reservado. Sin embargo, esta vez habló con TVNotas sobre la relación que mantiene desde hace 2 años (aunque a ella la conoció hace 18) con Laura Elena Villa, de 38, quien asegura, le hizo recuperar las ganas de escribir.
-Don Armando, ¿cómo le hace para que la creatividad no se vaya?
“Compongo por inercia, es algo que no para, porque surge de todo lo que vivo, lo que me rodea. Algunas veces me baso en experiencias personales, como los tiempos tan bellos que me ha tocado vivir. Reconozco que la persona que a mí me hace volver a empezar a crear, desde 1995, es Laurita, mi novia, a quien le escribí ‘Nada personal’ cuando la conocí (ambos estaban con otras parejas), y de ahí pa’l real. Para todo lo que sigue, que tengo, es como si yo conversara diariamente con ella”.
-¿En este momento cómo vive el amor con Laura?
“Algunos lo descubrimos, otros no; unos lo vivimos con demasiada intensidad y otros como que es parte del proceso de la vida. El amor mío, afortunadamente siempre ha estado bien definido y decidido. Para mí, por ejemplo, la época más importante fue cuando conocí a mi señora, y a través de los años y del tiempo se fue haciendo mujer y le tocó vivir su historia. Hasta que un día logré rescatarla, porque creo que el regalo más grande que puede tener cualquiera es estar al lado de la persona que se ama”.
-¿Su pareja cómo es con usted?
“Es una mujer muy sincera, divertida, dulce y amorosa; ¿qué más puedo pedir?”.
-¿Se volvería a casar?
“Sí, en cualquier momento; además, si fuera con Laurita, me casaría 10 o 20 veces, sólo para asegurarme que esté a mi lado”.
-¿Qué tal es como abuelo?
“Muy atento con mis nietos. Algunas tardes compro un pastel, llego con los más pequeños y me siento de maravilla cuando los veo a todos subirse a la mesa, como si fueran esos cachorros que tienen una presa, a comerse el pastel. Tengo 16 nietos; hace poco le llamé a una de mis nietas, que está en Chile. Me doy tiempo para todos”.
-¿Con sus hijos también fue apapachador?
“Así es, para mí lo único importante después de Dios, son mis hijos y la mujer que amo, y me siento orgulloso”, concluyó.
DRC