Aseguran que nadie aguanta los desplantes de Marimar Vega en 'Las trampas del deseo'







Marimar Vega no se lleva bien con la producción de Las trampas del deseo.



Marimar Vega no se lleva bien con la producción de Las trampas del deseo.






Luego de 11 años de trabajar en Azteca, Marimar Vega , de 30 años, decidió emprender el vuelo hacia Argos Comunicación, productora asociada con Cadenatres, para grabar 'Las trampas del deseo'. Y aunque la actriz dice estar feliz, en realidad no le ha ido bien con sus compañeros. Una persona de la producción nos confesó que Marimar se da aires de grandeza y sus malos tratos han causado que nadie le dirija la palabra.



¿Cómo le va en la serie de 'Las trampas del deseo'?


"No es lo que quería, dice estar feliz, pero en realidad le está yendo mal pues la gente de la producción le aplicó la ley del hielo".



¿Por qué dejaron de hablarle?


"Porque Marimar se queja de todo. Cuando no le gusta la ropa que le dan, hace tremendo 'pancho' y termina aventándosela a los de vestuario en la cara y, obvio, se la cambian. Si el maquillaje no fue de su agrado, les hace cara y, en el peor de los casos, pide que le cambien al maquillista. En verdad es muy conflictiva, pareciera que está amargada y enojada con la vida. Imagínate aguantar sus groserías durante más de 12 horas que dura un llamado, ¡no está padre! Se siente la actriz que Argos esperaba."

¿Tanto así?

"Es muy arrogante. Cuando llega al foro no saluda a nadie, no es cortés con la gente de producción y por eso ¡nadie le habla! Es triste, pero se lo ha ganado porque ser protagonista no quiere decir que seas maleducada. Que se porte así no es algo nuevo, por eso en Azteca tenía pocas amigas: Rossana Nájera, Ceci Ponce y Paola Núñez".


¿Cómo ha tomado esta situación?

"Dice que le vale que no le hablen, pero no creo que se sienta bien, en el fondo le duele ser rechazada. Los de producción son trabajadores y no aguantaron los aires de grandeza de Marimar. Sabemos que es una mujer muy difícil, cree que todos los que no son iguales a ella están mal, pero aquí se topó con pared".


¿Ha tenido roces con alguien?

"Le gusta ser intrigosa con sus compañeros. Ahora que está grabando Las trampas del deseo, me contó que le pidió al productor Epigmenio Ibarra que sacara de la teleserie a un actor con el que hizo escenas íntimas, porque no se había sentido cómoda y quería que lo sustituyera su novio Luis Ernesto Franco".


¿De cuáles escenas hablas?

"Fueron unas de las primeras que grabaron, un flash back de ella teniendo relaciones con su novio. Fueron muy cuidadosos al grabarlas, pero Marimar no estuvo de acuerdo con el compañero que le tocó por tratarse de un principiante desconocido a quien Epigmenio le dio la oportunidad de trabajar solo en esa escena. Entonces fue a hacerle grilla a este actor con el productor. Me dijo: 'Vas a ver que lo quitan porque lo quitan'. Se siente la actriz más influyente de Cadenatres y Argos; ¡está totalmente desubicada!"


¿Repitieron las escenas?

Para nada, cuando fue a quejarse con el productor, éste le contestó que lo resolvería. Pasaron los días y como no las repetían, volvió a preguntar y Epigmenio le dijo que no se grabarían otra vez".



De estas escenas fue de las que se quejó y hasta pidió que se repitieran.



De estas escenas fue de las que se quejó y hasta pidió que se repitieran.








¿Por qué crees que sea así?


"Es fácil: entró al CEFAC cuando tenía 16 años porque su papá, Gonzalo Vega, pidió el favor. No estoy diciendo que no sea buena actriz, pero se le subió la fama y el apellido".



EN EL 2011 TAMBIÉN SE QUEJARON DE ELLA

En 2011, cuando participó en la telenovela Emperatriz, con Gaby Spanic, nos enteramos de que tuvo problemas con la producción pues se ponía a corregir a sus compañeros actores. Al respecto, Marimar declaró: “Yo no soy difícil, soy disciplinada y cuando las cosas no están bien, si pueden arreglarse yo voy y lo digo”.


Sideral

JPG





© TVExclusivas