2 de Diciembre del 2013Por: Redacción/EFE Foto: EFE
Las autoridades desconocen qué llevó al conducto a alcanzar los 132 kilómetros por hora.
Los equipos de rescate continúan trabajando en la zona.
El tren de cercanías que descarriló este domingo en Nueva York circulaba a una velocidad de 132 kilómetros por hora en una zona limitada a 48 km/hora, anunciaron hoy los investigadores.
El acelerador dejó de presionarse 6 segundos antes de que se detuviera la locomotora y los frenos sólo se aplicaron al máximo de presión 5 segundo antes, detalló hoy en rueda de prensa el Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).
"La pregunta ahora es: ¿se trató de un error un humano o de un equipamiento defectuoso?. Y la respuesta en este momento es que todavía no podemos decir por qué", dijo ante la prensa Earl Weener, de la junta directiva del NTSB.
El accidente ferroviario dejó un balance de 4 muertos y más de 60 personas heridas al descarrilar un tren en la mañana del domingo en una curva pronunciada en el condado de El Bronx, a orillas del Río Hudson.
Los investigadores no han constatado por ahora que el tren tuviera problemas, ya que el convoy se detuvo en todas las paradas intermedias desde que salió de la localidad de Poughkeepsie con destino a la estación Grand Central, en el corazón de Manhattan.
"No hay constancia de ningún problema o anomalía en los frenos", señaló Weener, quien indicó que los detalles técnicos sobre la velocidad son "preliminares" y fueron extraídos de las dos cajas negras del tren de la línea Metro North accidentado.
El límite de velocidad en el tramo inmediatamente anterior al del accidente es de 112 kilómetros por hora, por lo que el tren ya circulaba con exceso de velocidad antes de entrar en la zona limitada a 48, que comenzaba antes de la curva donde descarriló.
El senador Richard Blumenthal (Connecticut) señaló en la misma rueda de prensa que aún no se sabe si el exceso de velocidad era por un error humano o un problema mecánico, pero resaltó que fuera por el motivo que fuera, "iba demasiado deprisa".
El de ayer fue el quinto descarrilamiento del año de un tren o un metro de la MTA, y el peor desde que un metro de la línea 4 descarriló en 1991 y causó la muerte de cinco pasajeros y heridas a más de 200.
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