Aún enfermo, papá de Julio Camejo, ¡sigue dando clases de baile!









Don Antonio, de 69 años, papá de Julio Camejo, de 35, no da tregua al cáncer que padece desde hace más de un año y que atacó sus pulmones, colon y estómago. El padre del actor pasó de la quimioterapia a la medicina holística para combatir la enfermedad, y su disciplina en el consumo de alimentos y medicamentos alternativos, le han permitido seguir adelante con su vida y las clases que imparte en una reconocida universidad, donde trabaja desde hace 15 años como maestro de baile:

-Señor ¿cómo está?

“Me siento muy bien porque creo que lo que uno desea, se puede lograr; no quiero darle oportunidad a mi enfermedad. Como decimos en Cuba: ‘¡pa’trás, ni pa’ tomar impulso!”.


-¿Pero cómo va este proceso?

“Avanzando, aunque no sabía que el cáncer pudiera ser regresivo. Las células cancerígenas identifican con qué las has atacado y si regresa la enfermedad, ya no les hace nada”.


-Supimos que el cáncer en el estómago y los pulmones ya se había erradicado...

“Aún existe mínimamente, pero he evolucionado favorablemente. El de colon es el que ha sido más resistente”.





-Decidió no tomar quimioterapias, ¿cómo es su tratamiento ahora?

“Holístico, que es básicamente tener la certeza de que me puedo curar yo mismo, porque las quimioterapias me debilitaron mucho y me sentía bastante mal. Actualmente llevo una buena alimentación y sigo tomando el tratamiento a base de veneno de escorpión, además de jugoterapia. También estoy con unos sueros a base de altas cantidades de vitamina ‘C’ que trabajan en las células cancerígenas. Estos sueros se aplican en el Instituto para la Síntesis en Medicina, con el doctor Alejandro Espinoza”.

-En 2012 le daban pocas esperanzas de vida...

“Me daban una semana; estaba en fase 4 de cáncer y ahora puedo decir que estoy entre la 1 y la 2. Mis médicos me comentaron: ‘sólo alguno la libran', y yo respondí: 'Hey, yo la voy a librar'.


-Usted es un guerrero…

"Así es. Mi otro doctor, Sergio Gutiérrez, me dijo: 'el hombre manda en su cuerpo y su mente, y pensé: '¡vámonos!, si tú vives tu vida y te aparecen los dolores, aguántate como los machos’. En mi clase de baile practico mi mejor sonrisa y no me he deprimido, porque si bajas la guardia, la enfermedad avanza”.


-¿Bajó mucho de peso?

“Al principio sí, perdí 32 kilos, pero ahora ya voy para arriba, estoy en 56 y espero subir más”.


-Y a bailar todos los días...

“Los médicos en Cuba me querían dejar allá, pero luego dijeron: ‘vete a México, abrázate a tu familia y a tus alumnos, tu fortaleza está allá’, y fue correcto. Doy clase de salsa a alumnos y profesores”.





-¿Tuvo complicaciones en la escuela?

“Al contrario, se han portado de maravilla. No sabían nada hasta que salió en TVNotas. Después me reuní con ellos, les conté mi situación y me regañaron por no hablar claro, me dijeron que éramos una familia y estaban para ayudarme”.

-¿Sus alumnos qué le dijeron?

“Me apoyaron, incluso uno me dijo: ‘¡por favor, no se muera’ (llora); todo esto me da ánimos, y claro, el amor de mi nieta Sofía; mis hijos, Julio y Mariela, y Gladys, con quien no sólo comparto el amor de esposos, sino la pasión por el baile. Ella y yo bailamos desde hace 40 años, y espero que sean más”, concluyó.



DRC





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