Don Eric del Castillo vivió un cumpleaños inolvidable









Don Eric del Castillo celebró a lo grande sus 79 años de vida. Todo inició con una cena muy divertida en su casa del DF, con todo y mariachi, organizada por su esposa doña Kate Trillo y sus hijas, Verónica y Kate. Es el mismo actor quien nos cuenta de todo su festejo:

-Don Eric, ¿cómo le fue en su cumpleaños?

“Muy bien, desde el jueves lo empecé a festejar y es la primera vez que lo anticipo, porque vino el mayor (Antonio Villaraigosa) de Los Ángeles, California. Estuvieron mis hijas Vero y Kate, y mi esposa; cantamos, hubo baile y mariachi... ¡Fue una noche muy bonita! Luego, el sábado mi mujer y yo nos fuimos solitos a Xochimilco, pues mis hijas ya no pudieron ir. Aparte, el domingo en 'Perfume de Gardenia', todos mis compañeros me cantaron ‘Las mañanitas’ y hasta hubo pastel. Después, el lunes (22 de julio), que fue mi mero día, hicimos una comida muy íntima y vinieron algunos familiares de Irapuato”.


-Además de que fue muy festejado, tiene trabajo y salud, ¿pidió algún deseo?

“Sí, bajar los 15 kilos que tengo de más; ¡ya estoy muy choncho! Iré con la nutrióloga de mi hija Verónica. Debo adelgazar, porque tengo un problemita en la columna desde hace muchos años”.


-¿En qué consiste su problema?

“Me duele la espalda; el malestar se derivó de tanto que he trabajado, caídas de caballos, golpes y trancazos al filmar las películas. Tarde o temprano esos golpes te pasan la factura”.


-¿Y no usaba dobles?

“No (ríe), en ese entonces no teníamos esos lujos, mas que las figuras como Don Antonio Aguilar, 'Cantinflas'... Pero yo, como estaba en la batalla, no; además no me gustaba. Y así salió mi hija Kate de atrabancada, ella no permite que la doble nadie en ninguna escena”.





-¿Cuánto pesa?

“Pues ya ando en los 100 kilos y mido 1.85 metros”.

-¿Qué le regalaron?

“Mi mujer y mis hijas me dieron ropa muy bonita, se unieron para comprarme sacos y camisas bien padres. Mi hijo Ponciano (de su primer matrimonio con Roxana Bellini) no pudo estar por compromisos de trabajo”.


-¿En Xochimilco cómo se la pasó?

“Estuvimos solitos mi esposa y yo, y disfrutamos el paseo; hasta hubo mariachi. Cada vez nos queremos más y nos preocupamos el uno por el otro. Ella me consiente y ha sido muy cariñosa siempre”, finalizó.


DRC





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