7 de Noviembre del 2013POR MARTHA RIVERA
La actriz, de 45 años, y su ex pareja, de 41, se separaron en noviembre de 2012.
Se conocieron trabajando en el programa Al derecho y al Derbez, donde él era director de escena.
La historia de amor entre Consuelo Duval y Armando Ciurana aún no termina, debido a que no han firmado el divorcio, pese a que la conductora de 'Netas divinas' lo daba por hecho, ya que acudió al juzgado el 21 de mayo, y su aún esposo “pidió tiempo”, situación que provocó una serie de comentarios sobre una posible reconciliación, que más tarde negaría la famosa 'Federica P.Luche', pues en su corazón ya no hay espacio para el amor de pareja. Sincera, sencilla y honesta como siempre, Consuelo platicó con nosotros, y aseguró que al saber que aún estaba casada, se ilusionó, pero su corazón ya está protegido de cualquier situación.
-¿Es verdad que no estás legalmente divorciada?
“Así es, creí que sí, pero resultó que no, porque él (su ex) tenía que contestar ese rollo del divorcio y pidió que lo esperaran tantito. Durante ese tiempo todas las luciérnagas apagadas en mi panza se encendieron, porque soy una loca soñadora empedernida”.
-Al no firmar el divorcio Armando, ¿creíste que pensaba en una reconciliación?
“Piensas muchas cosas, pero luego regresas a la realidad y no pasa nada”.
-¿Lo sigues amando?
“Lo quiero con toda el alma, y él me quiere igual, pero ahora sé que no hay nada más hermoso que mi libertad. Me jugué mi última carta con él, me la jugué con el corazón, me la jugué ante Dios, y él se fue en un momento difícil para mí, porque me estaba reencontrando conmigo misma”.
-¿Tú pasabas por alguna crisis personal?
“Era esa crisis de la mitad de mi vida, y estaba viendo cómo y para dónde me iba, me di muchos permisos y me le salí de control. A todos los hombres, aunque me digan que no, les gusta controlar y yo soy incontrolable”.
-¿Consideras que tu ex quería controlarte?
“Sí, eso lo sacó tanto de onda, que dijo: ‘yo ya no puedo más’, y se rajó. Cuando regresé de mi crisis y volví a ser yo, rescaté lo que quería y dejé lo que no para la siguiente parte de mi vida. Sin embargo, él decidió irse en ese momento; entonces, ahora en esta nueva etapa, ya no tengo espacio para él”.
-Fue una decisión bastante fuerte, ¿no?
“Pero es la verdad, no tengo espacio para él como pareja, porque ya no quiero a mi lado a alguien, tengo el corazón blindado, pues me la jugué con Armando, y dije: ‘hasta aquí’; entonces, no fue él. En su momento, me di de topes contra la pared y lloré todo un río”.
Se unieron por lo civil y por la Iglesia en Tepeji del Río, en Querétaro.
-¿La pasaste muy mal?
“Así es, te digo que lloré hasta que las lágrimas lo expulsaron de mi organismo, y ahora el amor que me queda por el Damo, es un amor honesto, muy lindo, pero ya es una querencia de amiga, que desea para él todo lo mejor y todas las bendiciones del mundo”.
-¿Por qué no firmó el divorcio?
“No lo sé exactamente, aunque cuando lo supe, yo me hice ilusiones, lo vi como un cuento de hadas, pero no era así, se trataba más bien de arreglar otras cosas”.
-¿Le guardas rencor?
“Me quedo queriéndolo para siempre, y creo que él me quiere mucho. A veces me invita un café o a desayunar, platica de sus cosas, pero ya estoy preparada emocionalmente para que me diga: ‘mira, Consuelo, te presento a mi nueva pareja’, y yo responderle: ‘bienvenida a la vida del hombre que tanto amé’. Mi corazón ya hizo desconexión”.
-La firma de su divorcio se va a dar tarde o temprano...
“Sí, en algún momento iremos, como fuimos juntos a firmar que nos casábamos, ahora iremos juntos a firmar que nos rajamos”.
-¿Tú estás tranquila?
“Mi corazón, lo confieso, está sanando, pero quedan cicatrices que dan comezón; aunque hay que cuidarlas para que no se vuelvan a abrir”, concluyó.
Sideral
DRC