7 de Noviembre del 2013POR MAURO GODOY / FOTOS: ESSENE HERNÁNDEZ
La actriz falleció el pasado 21 de octubre, debido al cáncer que padecía.
Hay que honrar su nombre y su forma de pensar, dijo la hija de Irma Lozano, en el primer homenaje póstumo a su madre.
Luego de la partida de doña Irma Lozano, de 72 años, la actriz recibió su primer homenaje póstumo en la obra teatral La llorona, organizado por su gran amigo Iván Cochegrus, en el Centro Cultural Veracruzano, al sur del DF. Al acto asistió su hija María Rebeca, de 43, quien extraña a su madre, recién fallecida de un paro cardiaco causado por el cáncer de glándulas salivales, que le aquejaba.
-María Rebeca, ¿cómo estás?
“Contenta por este homenaje que organizó nuestro amigo Iván Cochegrus, a quien mi madre quería mucho. Sé que esta obra se la dedicaron a mi mamá con el corazón”.
-Cuéntanos cómo han sido estos días con su ausencia...
“Ha sido muy curioso este tiempo, porque parece que fue ayer cuando todavía estaba con nosotros. He pasado por todo tipo de sentimientos, pero predomina el agradecimiento con Dios y hacia mi madre.
-¿Se te ha manifestado?
“En efecto, la tengo en todo; la oigo, le platico, la siento, la veo y por supuesto con amor; no me da miedo, al contrario, eso me brinda mucha paz. No la he soñado, es una sensación inexplicable, siento que está feliz, alegre, llena de luz. Por ejemplo, ahorita vino al teatro conmigo; ve mi cara, sonrío con un gran amor al darme cuenta de lo amada y cuidada que ha sido mi mamá”.
-¿Cuál fue la mayor herencia que te dejó?
“Lo mejor que nos pudo haber dejado, fue su ejemplo de lucha y de vida hasta el final. Se fue dando una función de teatro, con su maravilloso sentido del humor”; concluyó la actriz María Rebeca.
Sideral
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