18 de Abril del 2015Por Redacción / Fotos: TVNotas
Este pequeñito se convirtió en uno de los consentidos de la afición.
Desde pequeñito, Miguel Herrera era muy carismático.
Este pequeño de mirada profunda y carácter fuerte, nació el 18 de marzo de 1968, en Cuautepec, Hidalgo; sin embargo, desde muy corta edad vivió en la Ciudad de México, junto a su madre y sus cuatro hermanos (uno de ellos es su cuate), debido a que sus padres se divorciaron cuando él tenía 5 años.
Siempre fue muy peleonero y con actitud de líder, por lo que con tal de ayudar a su familia comenzó a trabajar como cerillo en supermercados, y hasta estampando bolsas. Cuando tenía 14, su mamá volvió a casarse, por lo que él vio en su padrastro a un verdadero padre, quien le inculcó el gusto y pasión por el futbol, mismo que practicaba en torneos llaneros soñando convertirse en jugador profesional y llegar a ser director técnico de la Selección Mexicana, sin imaginar que lo conseguiría.
El director técnico de la Selección Nacional es uno de los consentidos de la afición.
La carrera de Miguel Ernesto Herrera Aguirre inició en 1985, jugando en la Segunda División para los Coyotes Neza. Sin embargo, pronto formó parte de la Primera División como delantero de los Tecos de la UAG (1988), equipo al que le siguieron Santos Laguna (1988), Querétaro FC (1990-1991), Toros Neza (1995-1999) y Atlante (1999-2000), donde la afición comenzó a apodarlo El Piojo, por su complexión.
Su sueño de convertirse en técnico de futbol se cumplió en 2002 con el Atlante, al que siguieron otros equipos como Monterrey (2004-2007), América (2012-2013) y la Selección Nacional, que dirige desde 2013, e incluso, en el Mundial de Brasil 2014. Está casado con Claudia Álvarez, con quien tiene dos hijas, y una de ellas (Tamara, de 21 años), muy pronto le dará su primer nieto.
JAC
