31 de Julio del 2013Por: Redacción y EFE / Foto: EFE
Francisco José Garzón declaró que la conversación duró alrededor de 2 minutos.
El hombre salió libre tras aceptar imprudencia.
El maquinista del tren que se descarriló el pasado 24 de julio en Santiago de Compostela estaba hablando por teléfono hasta unos segundos antes del accidente con el interventor, según confesó el propio conductor ante el juez.
Francisco José Garzón, que está en libertad con el cargo de homicidio imprudencial por la muerte de 79 personas, acudió este miércoles 31 de julio ante el juez que investiga el caso para declarar voluntariamente acerca de la llamada que, según la caja negra del tren, recibió poco antes del accidente.
La transcripción de la conversación de Garzón parecía dar a entender que el maquinista hablaba con un controlador de la compañía ferroviaria, porque recibía indicaciones del recorrido. No obstante señaló que se trata del interventor, que viajaba a bordo, en un vagón de pasajeros y que resultó herido leve en el accidente.
El hombre había declarado previamente como testigo y no había contado su conversación telefónica con el maquinista poco antes del descarrilamiento.
Ante el juez Garzón dijo que no estaba hablando por teléfono en el momento en que el vehículo se salió de la vía, sino que había colgado segundos antes y que la conversación duró en total unos dos minutos.
El conductor relató que había colgado segundos antes del percance y que la conversación duró en total unos 2 minutos; además indicó que hablaron sobre la vía en la que debía parar el tren.
El tráfico de llamadas, recibido por la policía y entregado al juez, resulta crucial para el juez Luis Aláez, pues según la normativa interna de la compañía el contacto entre interventor y maquinista solo debería haberse hecho en caso de una emergencia, pues la guía de buenas prácticas de Renfe aconseja suprimir las comunicaciones en puntos críticos, salvo que se trate de una incidencia.
VCN
