La recuperación le trajo éxito y un protagónico en cine junto a Kuno Becker.
Alexandra de la Mora, de 32 años, se ha caracterizado por ser una actriz comprometida con roles poco tradicionales. Además, ha sabido sobreponerse a la muerte de sus seres queridos y a trastornos alimenticios como la anorexia.
Egresada de la Licenciatura de Danza Contemporánea, decidió incursionar en el mundo de la actuación, donde le dio vida a un transexual llamado 'Carla' en la telenovela 'Los Aparicio' y a una villana llamada 'Elvira' en la serie 'Bienvenida Realidad'.
"Cuando vi que mi vida estaba en peligro reaccioné, acudí a terapia y recibí mucho amor de mi familia", asegura la actriz.
-¿Cómo fue que supiste que lo que querías era ser actriz?
"Fui gimnasta olímpica y luego me fracturé el cuello a los 12 años y tuve que dedicarme a bailar a nivel profesional. Un verano me metí a un curso de verano de teatro y nunca fui tan feliz. La parte escénica me gustaba mucho. Estudié la Licenciatura en Danza Contemporánea y como que algo me faltaba. Empecé a modelar y fue cuando me di cuenta de que todo lo que yo quería se juntaba en ser actriz".
-¿Qué pensó tu familia? ¿Te apoyaron?
"Vengo de una familia muy tradicional de Monterrey y a mi familia le pareció muy difícil pensar que su hija se iba a venir a México sola a estudiar una carrera que ellos no conocían. Toda esa sensibilidad por el arte viene del lado de mi papá.
"Mis padres se divorciaron cuando yo tenía 2 años. Mi papá murió cuando yo tenía 15 años de un ataque al corazón. Un día nos hablaron y nos dijeron que se había muerto. Nunca lo vi venir ni tuve un momento de despedida. Después mi madre se casó, cuando yo tenía 11 años con un hombre al que yo quise muchísimo y cuando cumplí 18 años, también murió".
-¿La muerte ha sido una constante en tu vida?
"La muerte siempre ha estado ahí, muy presente, ya que del matrimonio de mi mamá y mi papá nació otro hermano, Carlos, que también se murió".
-Sabemos que padeciste trastornos alimenticios, ¿fue por la presión que ejerce el medio artístico o por una cuestión emocional?
"Mi enfermedad tuvo mucho más que ver con una cuestión emocional que con tratar de verme bien. Quería tratar de controlar algo, porque sentía que toda mi vida se me estaba escapando. La primera vez que padecí de anorexia, que fue grave, fue como a los 15 años y creo que tuvo que ver con la muerte de mi padre. Fue una etapa muy difícil y confusa, me fui a estudiar a Estados Unidos y cuando regresé y se muere mi padrastro de cáncer entré en una crisis muy fuerte y bajé 22 kilos en un mes. Lo único que hacía era ir a escalar a las montañas, no comía nada y sólo estaba en la naturaleza, escalando".
-¿Qué fue lo que te impulsó a salir adelante?
"Fue un día que estuve a punto de morir, mientras estaba escalando. Se me cayó la cuerda al momento de descender y recuerdo que volteé al cielo y dije 'Papá, si es tiempo de irme contigo, pues me voy contigo y si no, ayúdame'. No sé qué pasó después; lo último que recuerdo es regresar a mi casa blanca, pesando 30 kilos. Mi madre me dijo '¿Te estás dando cuenta de lo que estás haciendo, verdad?'. Eliges la vida o la muerte. Cuando vi que mi vida estuvo en peligro reaccioné, acudí a terapia y recibí apoyo psicológico y sobre todo, mucho amor de mi familia".
-Te has arriesgado a hacer papeles que muchas actrices no considerarían, ¿qué te animó a tomarlos?
"Yo creo que uno nace con cierta energía, y de pronto las circunstancias que he vivido no son las más fáciles. Eso te hace tocar ciertos bordes de dolor o sentimientos y tengo que sacar el dolor e intensidad que llevo dentro y que siento que a veces me ahoga. Y eso es lo que me dan esos papeles. Se requiere un rango emotivo muy grande y yo lo tengo. Y tanto el público como los directores te lo reconocen".
-¿No tuviste miedo a que cuestionaran tu inclinación sexual por los papeles que escoges?
"Lo pensé. Mi sexualidad la tengo muy clara. Recuerdo que alguna vez le llamé a una chica de casting, preguntándole '¿Es que estoy fea? ¿por qué me ofrecen estos papeles?' y ella se moría de la risa. Después entendí que yo no iba a dejar de hacer un papel por el qué dirán. Busco transformar a la comunidad a través de los papeles que hago", finalizó.
