21 de Noviembre del 2013POR GUADALUPE SÁNCHEZ
En 2009, la actriz de 41 años hizo una pausa en su carrera para recuperarse del alcoholismo, y hoy lleva más de 5 sobria.
La conductora nos habló de sus adicciones.
Honesta y franca, así es como Yolanda Andrade, de 41 años, nos reveló detalles sobre las dificultades que tuvo con las adicciones y cómo las superó. La actriz acompañó a su gran amigo, el ex boxeador Julio César Chávez, en la inauguración de su clínica de rehabilitación.
-¿Qué significa para ti estar en la inauguración de esta clínica
de rehabilitación?
“Julio y yo tenemos una amistad de 20 años, hemos estado muy unidos en las buenas, en las malas y en las peores; en los triunfos, en los fracasos, en todo. Es como mi hermano, o más que eso”.
-¿Cómo ves a Julio ahora que ayuda a los demás a superar sus adicciones?
“Lo más valioso de todo, es que él ganó la pelea más importante de su vida: contra la adicción. Cuando una persona está rehabilitada, como él, y lo comparte con su público, es muy significativo. Eso salva muchas vidas, la familia es bien importante, y Julio ha tenido mucho apoyo de su esposa e hijos. Yo amo a Julio César Chavéz como ídolo del boxeo, pero ahora lo amo más como amigo, porque esto que está haciendo es el principio para salvar muchas vidas; eso es lo importante”.
Estar aquí es muy importante, ¿qué recuerdos te trae?
“Fíjate que eso es muy padre, en 20 años se viven bastantes cosas. Julio es mi amigo del alma, con él viví muchas experiencias, borracheras, y ahora que estamos los dos sobrios me da mucha emoción, me siento orgullosa de haber sido madrina de su clínica, porque aquí es como un templo en donde la gente renace”.
-¿Vas a dar pláticas en la clínica?
“Nunca he dado una, pero si me invita mi gran amigo, con todo gusto. Lo que yo pueda aportar de mi experiencia, con todo el amor lo hago”.
-Qué bueno que decidiste compartir con los lectores este problema que tuviste...
“¿Sabes qué pasa con este asunto?, que debo tener mucho cuidado con lo que te digo sobre este tema. A la gente que vive esta adicción tan terrible que es el alcoholismo, le recomiendo que se acerque a las clínica que quiera o pueda. También el apoyo de la familia es fundamental, eso te motiva y vuelves a creer en ti mismo, te da confianza y puedes rehabilitarte”.
-¿Quienes fueron parte importante de tu proceso de recuperación?
“Primero mi familia, a quien le agradezco muchísimo, porque volví a nacer. Aparte, cuando me interné lo hice, no por los demás, sino por mí; no es bueno estar en rehabilitación a la fuerza, debes hacerlo por ti”.
-¿Cuánto tiempo llevas sobria desde que te rehabilitaste?
“Cinco años y medio, y me siento feliz”.
-Es como dice Julio: “sólo por hoy”...
“Adquirí muchas herramientas, diferentes a las que él tuvo en su proceso, y ésas las uso para no recaer. Yo ingresé a una clínica ubicada en el Centro Isha, en Montevideo, Uruguay, ahí estuve internada. También tengo mi doctor de cabecera, que es el doctor Pulido, quien me ayudó por medio de la terapia de hipnosis; aparte, tengo a Dios, y a mi mamá, yo la veo feliz por mi nueva vida, igual que a toda mi familia”.
¿En qué momento de tu vida decidiste ‘ya no quiero seguir así’?
“Es que cuando tocas fondo es difícil de explicar en una entrevista para una revista, es algo muy personal. Toqué fondo en un momento dado de mi vida, que fue el instante justo para poder cambiar”.
-¿Tú tomaste la decisión de internarte?, ¿nadie te obligó?
“Así es, y debes aceptar que estás mal, no me refiero solamente a una adicción, sino aceptar que no estás bien si mientes, traicionas, robas y abusas”.
-Te sentías más expuesta por ser actriz...
“No, nosotros los actores no somos diferentes a los demás. Yo siempre he sido una mujer afortunada, gracias a Dios. La única desdicha que he tenido en mi vida, ha sido la enfermedad del alcoholismo, pero ya fue. No la llamaría desdicha, sino experiencia que me ayudó a levantarme”, concluyó la actriz.
DRC
